sábado, 30 de marzo de 2013

Antología parcial / 81





                                     Jimmy  Hendrix

Hace tres días que se encerró  (a viajar), y no sale de su cuarto de hotel, y todavía le queda pertrecho para una semana más. Tres días en que, echado sobre una cama revuelta y tragando pastas a puñados, ha querido paladear la porción  debida de éxtasis y horror. Sabe que al arte convienen los extremos y que, más allá de sí mismo, hay un continente que espera. ¿No es de allí acaso, de ese horizonte de vértigo y color, de ese vacío doloroso y febril, que brota el sonido incomparable de su música? ¿No es de allí acaso, de esas lejanías hermanas, que llega a bocanadas la promesa de un idioma hermoso que su alma escucha? Bah, dirán, pura metafísica. Pero hace tres días, que no vive otra cosa distinta al mismo infierno. Tres días en que el horror y la baba, el golpe de lluvia en los cristales y el olor a vómito, el mal cielo, arman de una vez por todas la trama de su cuadro final.    

Elkin Restrepo: Retrato de artistas (1983)
  

martes, 26 de marzo de 2013

Ilustración vs Barbarie



La barbarie ha ido en aumento durante la mayor parte del siglo XX, y no hay ninguna señal de que este aumento haya terminado [...] 
Barbarie significa dos cosas: [a] el trastorno y la ruptura de los sistemas de reglas y comportamiento moral, por los cuales todas las sociedades regulan el comportamiento entre sus miembros y, en menor medida, entre sus miembros y los de otras sociedades [... b] la inversión de lo que podríamos llamar "el proyecto de la Ilustración del siglo XVIII", a saber: la instauración de un sistema universal de reglas y principios de comportamiento moral que se hallaban encarnados en las instituciones de estados dedicados al progreso racional de la humanidad: a la Vida, a la Libertad y a la búsqueda de la Felicidad, a la igualdad y a la Fraternidad [...] 
Una de las pocas cosas que se interponen entre nosotros y un descenso acelerado hacia las tinieblas es la serie de valores que heredamos de la Ilustración del siglo XVIII. Es una opinión que no está de moda en la actualidad, toda vez que se rechaza la Ilustración porque se la considera superficial, intelectualmente ingenua o una conspiración de hombres blancos y ya fallecidos que usaban peluca y se proponían aportar el fundamento intelectual del imperialismo occidental. Puede que sea o no sea esto, pero es también el único fundamento de todas las aspiraciones a edificar sociedades apropiadas para que en ellas vivieran todos los seres humanos en cualquier parte de esta tierra, y para la declaración y la defensa de sus derechos humanos como personas. En todo caso, el progreso de la civilidad que tuvo lugar desde el siglo XVIII hasta los comienzos del XX lo lograron, abrumadora o exclusivamente bajo la influencia de la Ilustración, gobiernos constituidos por absolutistas ilustrados, así como revolucionarios y reformadores, liberales, socialistas y comunistas, todos los cuales pertenecían a la misma familia intelectual. No lo lograron sus críticos. Esta época, en la que el progreso no sólo se suponía que era tanto material como moral, sino que lo era realmente, ha tocado a su fin. Pero el único criterio que nos permite juzgar el consiguiente descenso a la barbarie, en vez de limitarnos a dejar constancia del mismo, es el antiguo racionalismo de la Ilustración.
Lo que ha hecho que las cosas fueran peores, lo que sin duda hará que empeoren en el futuro, es ese desmantelamiento constante de las defensas que la civilización de la Ilustración había levantado contra la barbarie [...] Lo peor del asunto es que nos hemos acostumbrado a lo inhumano. Hemos aprendido a tolerar lo intolerable.

                              Eric Hobsbawm: Sobre la historia (1998)

sábado, 23 de marzo de 2013

Pensar


 
El hombre está visiblemente hecho para pensar; toda su dignidad y todo su mérito, y todo su deber es pensar como es preciso.

                                                                  B. Pascal

 ¡Sapere aude! Atrévete a pensar por ti mismo.
 
                                                               I. Kant

Todo lo que es razonable ha sido pensado ya; hemos de intentar únicamente pensarlo de nuevo.
                                                                  J. W. Goethe

Los pensadores pueden ser divididos en aquéllos que piensan en primera instancia para su propia instrucción y aquéllos que lo hacen para la instrucción de otros. Los primeros son pensadores por y para sí solos: son verdaderos filósofos. En ello se aplican seriamente. El placer y la felicidad de su existencia consiste en pensar. Los segundos son sofistas: quieren aparentar ser pensadores y buscan su felicidad en lo que esperan obtener de otros.
                                                                A. Schopenhauer

Louis A. Davidson: Apple

A menos pensamiento, pensamiento más tiránico y más absorbente.

Cuanto menos ideas tenga uno y más pobres sean ellas, más esclavo será de esas pocas y pobres ideas.

                                                                  M. de Unamuno

Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer.

                                                                J. L. Borges

Adquirimos la costumbre de vivir antes que la de pensar.
 
                                                               A. Camus

En un siglo donde todos van de prisa, importa pensar lentamente.
                                                               B. Pasternak

Pienso luego existo, es el comentario de un intelectual que subestima el dolor de muelas. Siento luego existo es una verdad que posee una validez mucho más general y se refiere a todo lo vivo. Mi yo no se diferencia esencialmente del de ustedes por lo que piensa. Gente hay mucha, ideas pocas: todos pensamos aproximadamente lo mismo y las ideas nos las traspasamos, las pedimos prestadas, las robamos. Pero cuando alguien me pisa el pie, el dolor sólo lo siento yo. La base del yo no es el pensamiento, sino el sufrimiento, que es el más básico de todos los sentimientos.
                                                                M. Kundera


miércoles, 20 de marzo de 2013

Antología parcial / 80


 
                Corazón de nunca jamás

Abandoné Nunca Jamás
para entrar en tu corazón.
                                               No supe
cómo me sucedía. Sólo intuí
-pero no quise interpretarlo- algún
obscuro signo: la escritura
similar al insomnio y el ensueño
igual a la escritura, evitar
a mis años la amenaza
ingenua del horóscopo o negarme
tres veces mi espejismo
en un espejo roto a medianoche.

Aún ahora
no acierto a comprender
a dónde huyó la Sombra, cuándo
venció el Pirata, si se hundirá
la Isla, pero escucho
mi adiós a aquella tierra
y como un niño en el exilio
llamo mi país a esa roja
víscera autista, el corazón,
tu corazón
de nunca jamás. 

Juan Cobos Wilkins: Escritura o paraíso (1998)