sábado, 19 de noviembre de 2011

Antología parcial / 33



toda poesía es hostil al capitalismo
puede volverse seca y dura pero no
porque sea pobre sino
para no contribuir a la riqueza oficial
 
puede ser su manera de protestar de
volverse flaca ya que hay hambre
amarilla de sed y penosa
de puro dolor que hay puede ser que
 
en cambio abra los callejones del delirio y las bestias
canten atropellándose vivas de
furia de calor sin destino puede
ser que se niegue a sí misma como otra
 
manera de vencer a la muerte
así como se llora en los velorios
poetas de hoy
poetas de este tiempo
 
nos separaron de la grey no sé qué será de nosotros
conservadores comunistas apolíticos cuando
suceda lo que sucederá pero
toda poesía es hostil al capitalismo

Juan Gelman: Cólera buey (1971)

viernes, 18 de noviembre de 2011

Izquierda / Derecha (2)




"Los dos conceptos, 'izquierda' y 'derecha' no son conceptos absolutos. Son conceptos relativos. No son conceptos substantivos y ontológicos. No son calidades intrínsecas del universo político. Son lugares del 'espacio político'. Representan una determinada topología política, que no tiene nada que ver con la ontología política. No se es de derechas o de izquierdas en el mismo sentido en que se dice que se es comunista, liberal o católico... Derecha e izquierda no son palabras que designen contenidos fijados de una vez para siempre. Pueden designar diferentes contenidos según los tiempos y las situaciones...

Juan Genovés: La plaza
"Derecha e izquierda son términos que el lenguaje político ha venido adoptando a lo largo del siglo XIX hasta nuestros días, para representar al universo conflictivo de la política...
"Marco Revelli propuso "cinco criterios de distinción entre izquierda y derecha: según el tiempo, progreso / conservación; según el espacio, igualdad / desigualdad; respecto a los sujetos, autodirección / heterodirección; respecto a la función, clases inferiores / clase superiores; respecto al modelo de conocimiento, racionalismo / irracionalismo... [Para Revelli] "el criterio de la igualdad / desigualdad es fundador de los otros..."
 
                           Norberto Bobbio

«La dimensión izquierda-derecha como concepto político es una abstracción de alto nivel utilizada para determinar la postura que se adopta ante los temas políticos importantes del momento. Cumple la función de organizar y simplificar una realidad política compleja, ofreciendo una orientación global ante un número de temas, partidos políticos y grupos sociales, potencialmente  limitados"

                             R. Inglehart

jueves, 17 de noviembre de 2011

Sucedió en Francia

Sucedió en Francia, no hace demasiado tiempo: el 21 de abril de 2002. Ese día los franceses acudían a las urnas para elegir presidente de la República. Jacques Chirac, que a los 74 años aspiraba a la reelección, se enfrentaba a quince candidatos que, en conjunto, representaban todo el amplio arco ideológico y político de la sociedad francesa: desde la ultraderecha al trostkismo.
Aquel día casi todo el mundo, dentro y fuera de Francia estaba convencido de que habría una segunda vuelta en la que se enfrentarían el presidente neogaullista Chirac y el primer ministro socialista Lionel Jospin. Pero no fue eso lo que ocurrió. Cuando se publicaron los resultados, la sorpresa fue mayúscula: Chirac, que no llegó al 20% de los votos, se enfrentaría en la segunda vuelta al ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que había obtenido el 17% de los votos. Jospin se quedaba fuera de juego junto con los demás candidatos de la izquierda francesa. 
René Magritte: La memoria
Nadie había previsto esa posibilidad y por tanto nadie había sopesado las consecuencias de una derrota de la izquierda plural. Aquella noche comprendieron la naturaleza de su fracaso. Por una parte, estos resultados ensanchaban y potenciaban el protagonismo de la extrema derecha en Europa, que ya contaba con Jörg Hiader en Austria, Umberto Bossi en Italia o el Partido Popular en Dinamarca.
Por otra parte, aquella noche de abril la izquierda plural francesa comprendió que se encontraba en una situación auténticamente paradójica: tendría que votar a Chirac, para evitar que Le Pen pudiera convertirse en Presidente de la República. El Partido Socialista, Los Verdes y el Partido Comunista anunciaron en seguida que apoyarían a Chirac.
El 5 de mayo se celebró la segunda vuelta. La movilización de la izquierda contribuyó sin duda a la victoria aplastante de Chirac, que cuadriplicó los resultados de la primera vuelta, con el 82'21% de los votos. "La izquierda ha cumplido con su deber más allá de toda duda, a pesar de la inmensa decepción de no haber podido llevar a su candidato a la segunda vuelta", dijo el primer secretario de los socialistas, François Hollande.
Al día siguiente El País, que destacaba en primera página la noticia, recogía las melancólicas declaraciones de Holande. "Triunfo republicano", apostillaba el periódico español en su editorial.
A veces, pero no siempre, la historia nos ayuda a salvarnos de la Historia.
                                                                  Marta

martes, 15 de noviembre de 2011

Antología parcial / 32




                                                                     
                                                             

                     Cae el sol

Perdóname. No volverá a ocurrir.
Ahora quisiera
meditar, recogerme, olvidar: ser
hoja de olvido y soledad.
Hubiera sido necesario el viento
que esparce las escamas del otoño
con rumor y color.
Hubiera sido necesario el viento.

Hablo con humildad,
con la desilusión, la gratitud
de quien vivió de la limosna de la vida.
Con la tristeza de quien busca
una pobre verdad en que apoyarse y descansar.
La limosna fue hermosa -seres, sueños, sucesos, amor-,
don gratuito, porque nada merecí.

¡Y la verdad! ¡Y la verdad!
Buscada a golpes, en los seres,
hiriéndolos e hiriéndome;
hurgada en las palabras;
cavada en lo profundo de los hechos
-mínimos, gigantescos, qué más da:
después de todo, nadie sabe
qué es lo pequeño y qué lo enorme;
grande puede llamarse a una cereza
( "hoy se caen solas las cerezas",
me dijeron un día, y yo sé por qué fue ),
pequeño puede ser un monte,
el universo y el amor.

Se me había olvidado algo
que había sucedido.
Algo de lo que yo me arrepentía
o, tal vez, me jactaba.
Algo que debió ser de otra manera.
Algo que era importante
porque pertenecía a mi vida: era mi vida.
(Perdóname si considero importante mi vida:
es todo lo que tengo, lo que tuve;
hace ya mucho tiempo, yo la habría vivido
a oscuras, sin lengua, sin oídos, sin manos,
colgado en el vacío,
sin esperanza.)

Pero se me ha borrado
la historia (la nostalgia)
y no tengo proyectos
para mañana, ni siquiera creo
que exista ese mañana (la esperanza).
Ando por el presente
y no vivo el presente
(la plenitud en el dolor y la alegría).
Parezco un desterrado
que ha olvidado hasta el nombre de su patria,
su situación precisa, los caminos
que conducen a ella.
Perdóname que necesite
averiguar su sitio exacto.

Y cuando sepa dónde la perdí,
quiero ofrecerte mi destierro, lo que vale
tanto como la vida para mí, que es su sentido.
Y entonces, triste, pero firme,
perdóname, te ofreceré una vida
ya sin demonio ni alucinaciones.

José Hierro: Libro de las alucinaciones (1964).


domingo, 13 de noviembre de 2011

La campaña electoral en Laramie


1 / Prolegómenos
La idea fue de Marta y Carlota: reunirnos en Laramie el lunes para ver juntos el debate televisado 'Rubalcaba versus Rajoy'. Julián, Teresa, Darío y yo nos sumamos en seguida a la iniciativa.
¿Y tú qué dices?, le preguntó Teresa a rarodeluna, que se mantuvo distante y en silencio.
rarodeluna.- Que no me interesa en absoluto lo que vayan a decir. No soporto su hipocresía y su cinismo. Y además yo soy...
Darío.- ¿Un hombre al uso que sabe su doctrina?
rarodeluna.- Déjalo, Zélig.
Darío.- Es un verso de Machado...
rarodeluna.- Insisto: déjalo. ¿Vale?
Julián.- Te está provocando. No le hagas caso.
rarodeluna.- Ya lo sé. Pero, ¿por qué queréis ver lo que sin duda será un espectáculo aburrido, monocorde, ineficiente, mediocre?..
Darío.- Ya ves: nos va la marcha...
Teresa.- Ya está bien, Darío.

René Magritte: El espejo falso

rarodeluna.- ... Rajoy y Rubalcaba son las dos caras de una misma moneda, dos versiones de una misma política. Prestarles atención es legitimar esa política.
Marta.- ¿Legitimar una política por el simple hecho de escuchar lo que dice quien defiende y ampara esa política? Esa legitimación le vendrá más bien de sus votantes, ¿no te parece? 
Carlota.- Para mí, la cuestión es que dentro de tres o cuatro semanas uno de ellos se pondrá al frente del gobierno y comenzará a adoptar decisiones que (y esto tenlo por seguro) nos afectarán a todos.
Julián.- Lo que tratamos de decirte es que queremos que estés con nosotros el lunes..
Darío.- La cuestión, poeta, es: ¿quién va alimentar el fuego, si tú te llevas la canción? No faltes, ¿de acuerdo?
Carlota.- Por cierto, tenemos que decírselo a Antonio.
Teresa.- Y a Claudio.
Marta.- Julián, ¿hablas tú con Claudio y nosotras se lo decimos a Antonio?
Julián.- Lo haré. Pero no garantizo nada.
No fue fácil convencer a uno y a otro.

¿El lunes? -dijo Antonio antes de que Marta terminara de plantearle la propuesta-. Imposible: hoy es sábado y son cerca de las once de la noche; mañana es domingo y todo está cerrado; y el lunes no hay mercado; y si no hay mercado, no hay cena. Y yo no abro Laramie a mis amigos a las nueve de la noche -concluyó Antonio- si no puedo ofrecerles de cenar, como es habitual en esta casa.
No sé cómo, Marta y Carlota consiguieron convencer a Antonio, que aceptó (me parece que sin demasiado entusiasmo) preparar una cena fría para la noche del lunes. Pero, con una condición -les dijo a Marta y a Carlota-: la próxima vez, o me avisáis con suficiente antelación o no hay cena.

Caravaggio: Tañedor de laúd
Claudio estaba sentado frente al ordenador, con los auriculares puestos. Mientras escucho Música para conjunto de laúdes, estoy dándome un paseo por la exposición El Hermitage en el Prado -nos dice a Julián y a mí, quitándose los auriculares-. Posiblemente la visitaré la próxima semana. Y vosotros, ¿qué tal? Presiento que queréis algo de mí. No me equivoco, ¿verdad?
En efecto, le respondió Julián, que le contó el plan previsto para el lunes. Claudio apagó el ordenador y guardó los auriculares en su bolso. Recogió lo que tenía sobre la mesa: un cuaderno, un bolígrafo y una agenda de bolsillo, en la que hizo una anotación antes de guardarla. Lo hizo con cuidado y en silencio, sin prisas. Cuando comprobó que cada cosa estaba en su sitio, dijo: está bien; me pasaré por aquí el lunes. Y después ya veré si me quedo hasta al final o me marcho antes. ¿Sorprendidos? En cierto modo, sí -le respondió Julián. Pensábamos que nos ibas a decir que no. Yo también pensé lo mismo, cuando me referías la propuesta -dijo Claudio-: decir que no.  Teniendo en cuenta los antecedentes, los protagonistas y el modo en que se ha organizado el llamado debate, estoy convencido de que no será tal, un debate. Lo más probable es que volvamos a asistir a una de esas paupérrimas escenificaciones acartonadas, rígidas, carentes de espontaneidad y frescura que se reproduce en cada campaña y se mantiene en el Congreso a lo largo de toda la legislatura... Pero no quiero perderme los comentarios de Darío y de rarodeluna.

2 / El debate
Cuando llegué a Laramie el lunes, eran ya casi las nueve. Pensé que sería el primero, pero ya habían llegado todos, salvo Claudio. Cuando pregunté por él a Julián, éste me dijo: no te preocupes; vendrá. Y, en efecto, Claudio llegó en el momento justo en que Antonio servía un suave y refrescante Bellini, una auténtica delicia.
Mientras esperábamos que comenzara el debate, hablamos de las elecciones con desgana, pero con preocupación. Tal vez porque, como apuntó Marta, hemos aceptado sin más, como una inexorable fatalidad, que a partir del 20 de noviembre la derecha gobernará con mayoría absoluta. Mucho más que absoluta, añadió Julián: hegemónica. No te olvides de Ayuntamientos y Comunidades Autónomas.
Carlota.- Es natural, ¿no?
Julián.- Hombre, tanto como natural...
Carlota.- Quiero decir que la gente está desengañada con el PSOE, que se dice de izquierdas y luego hace políticas de derechas.
Teresa.- Desengañada y cabreada...
Marta.- Pues que cambien su voto. ¿O es que no hay otras opciones de izquierdas?
Darío.- Las hay, pero con escasísimas posibilidades...
Marta.- Ese es el rollo de siempre: como tienen pocas posibilidades no los voto; como no los voto, tienen pocas posibilidades...
Carlota.- Y no sólo eso: tenemos un sistema electoral que favorece el bipartidismo y penaliza a las minorías.
Antonio.- A todas no: pensad en los nacionalistas. Pero esa es otra historia...
Julián.- En este caso me parece que es la misma historia, Antonio. Pero no basta con modificar el sistema electoral. Hay que emprender cambios mucho más profundos...
Marta.- La cuestión es que el 21 de noviembre la derecha puede ser hegemónica en este país...
Teresa.- Porque la derecha es una...
Darío.- Eso me suena.
Teresa.- ... y la izquierda es un conglomerado de opciones, que además no siempre se llevan bien entre ellas.
rarodeluna.- A mí me parece que esos esquemas pertenecen al pasado, que hay que inventar nuevas formas de participación, de presencia real en la política, en la toma de decisiones. Eso es lo que reclaman los indignados que se movilizan en todo el mundo.
Darío.- Hablando de indignados: ¿sabéis por dónde anda la gente del 15M?
Claudio.- Venga, callaros ya, que va a empezar el debate. ¿No queríais verlo?

René Magritte: Los amantes

Al final se cumplieron (lamentablemente) todas las previsiones. Ni una sorpresa, ni un gesto siquiera que corrigiera esas pesimistas previsiones. No podía ser de otra manera -comentó Marta-: todo estaba tasado, pactado, cronometrado... Un montaje, una mala representación y un peor ejemplo de lo que debe ser un debate, apostilló Teresa. ¿Y qué me decís de la estética postfaraónica del plató?, preguntó Darío. Con momia incluida. ¿O no fue ese el papel de Campo Vidal?, apostilló.
Después de sopesar pros y contras, todos estuvimos de acuerdo en que en Laramie la campaña electoral estaría presente de otra manera. Buscaremos textos que nos ayuden a pensar, a reflexionar sobre todas aquellas cuestiones que nos interesan porque nos preocupan.

Las cuatro estaciones
Como es costumbre, en cada una de las cuatro esquinas del salón, nuestras cuatro estaciones, dejamos algunas propuesta y varias sugerencias. Rescato dos libros recientemente publicados:
La soledad del azar, de Juan Cobos Wilkins, es una colección de relatos que giran en torno al dolor y la soledad, el asombro y la perplejidad ante la vida, la denuncia de lo infame y de la injusticia, la plasticidad vital de las emociones y la ubicua complejidad de los sentimientos. Y de la ineludible presencia del azar. Que es tal vez otra manera de nombrar el misterio. 
Como en Diario de un poeta Tartesso (1990), el autor divide el libro en dos secciones: Haz y Envés. Dos ámbitos, el de la luz y el de la sombra; dos caras, lo visible y lo invisible; dos mundos, lo cotidiano y lo imprevisto; dos miradas, que conjugan lo real y lo imaginario. Y como ocurre con los poemas de Diario..., en La soledad del azar los relatos se engarzan sutilmente entre sí, se reflejan unos en otros, como en una serie cromática o en un laberinto de espejos. En la raíz de todos ellos, experiencias y situaciones vividas  por el propio autor. Hace ahora treinta años que Juan Cobos Wilkins publicó su primer libro, El jardín mojado. A lo largo de estos años, sin hacer concesiones de ningún tipo, fiel siempre a su mundo y a su poética, conjugando ética y estética, pasión y armonía, emoción y misterio, escritura y paraíso, el autor de El corazón de la tierra, Llama de clausura, La Huelva Británica o Biografía impura, se ha convertido en uno de los escritores más personales de su generación. La soledad del azar es una buena prueba de ello.

 
Metro, de Federico Abad, es un libro de poemas. inusitado, en cierto modo original, en el que la ironía y el juego van de la mano en este insólito viaje por la métrica clásica: desde la seguidilla al soneto, pasando por la copla, la lira o la octava real.
Federico Abad -escribe José Ángel Cilleruelo en su blog- resuelve las estrofas clásicas, aún las más intricadas, con una flexibilidad que impresiona. Consigue engastar una escritura contemporánea, casi coloquial, en formas que sólo se han dominado en épocas áureas.
Narrador, poeta y músico Abad ha publicado la novela juvenil Quince, y varios libros de poesía: Viaje al marsupio, La estratagema, Atolones y La noche del siglo veinte. Es autor asimismo de ¿Do re qué?, una guía práctica de iniciación al lenguaje musical.