jueves, 17 de noviembre de 2011

Sucedió en Francia

Sucedió en Francia, no hace demasiado tiempo: el 21 de abril de 2002. Ese día los franceses acudían a las urnas para elegir presidente de la República. Jacques Chirac, que a los 74 años aspiraba a la reelección, se enfrentaba a quince candidatos que, en conjunto, representaban todo el amplio arco ideológico y político de la sociedad francesa: desde la ultraderecha al trostkismo.
Aquel día casi todo el mundo, dentro y fuera de Francia estaba convencido de que habría una segunda vuelta en la que se enfrentarían el presidente neogaullista Chirac y el primer ministro socialista Lionel Jospin. Pero no fue eso lo que ocurrió. Cuando se publicaron los resultados, la sorpresa fue mayúscula: Chirac, que no llegó al 20% de los votos, se enfrentaría en la segunda vuelta al ultraderechista Jean-Marie Le Pen, que había obtenido el 17% de los votos. Jospin se quedaba fuera de juego junto con los demás candidatos de la izquierda francesa. 
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Nadie había previsto esa posibilidad y por tanto nadie había sopesado las consecuencias de una derrota de la izquierda plural. Aquella noche comprendieron la naturaleza de su fracaso. Por una parte, estos resultados ensanchaban y potenciaban el protagonismo de la extrema derecha en Europa, que ya contaba con Jörg Hiader en Austria, Umberto Bossi en Italia o el Partido Popular en Dinamarca.
Por otra parte, aquella noche de abril la izquierda plural francesa comprendió que se encontraba en una situación auténticamente paradójica: tendría que votar a Chirac, para evitar que Le Pen pudiera convertirse en Presidente de la República. El Partido Socialista, Los Verdes y el Partido Comunista anunciaron en seguida que apoyarían a Chirac.
El 5 de mayo se celebró la segunda vuelta. La movilización de la izquierda contribuyó sin duda a la victoria aplastante de Chirac, que cuadriplicó los resultados de la primera vuelta, con el 82'21% de los votos. "La izquierda ha cumplido con su deber más allá de toda duda, a pesar de la inmensa decepción de no haber podido llevar a su candidato a la segunda vuelta", dijo el primer secretario de los socialistas, François Hollande.
Al día siguiente El País, que destacaba en primera página la noticia, recogía las melancólicas declaraciones de Holande. "Triunfo republicano", apostillaba el periódico español en su editorial.
A veces, pero no siempre, la historia nos ayuda a salvarnos de la Historia.
                                                                  Marta

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