Canción de la ciudad
Amo a los hombres que una luz futura
nutren con los ardores de su vida
y saben que el presente es la mentida
brasa de una existencia no segura.
Los que son faros en la noche oscura
para la nave errada o sacudida;
los que ponen ungüentos en la herida
y dan alivio y paz, si no dan cura.
Los que comparten mesa y agonías
y duplican tus gozos y alegrías
y, si te falta fe, te dan certeza.
Ellos, que si has caído, te levantan
y que sufren más que tú y que yo y que cantan
la vida por hacer y su belleza.
Antonio Carvajal: Miradas sobre el agua (1993)
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