¿Cuál es el propósito de un Sistema Educativo?
Dos concepciones
El otro concepto es, esencialmente, adoctrinamiento; algunas
personas tienen la idea de que, desde la infancia, los jóvenes tienen que ser
colocados dentro de un marco de referencia en el que acatarán órdenes,
aceptarán estructuras existentes sin cuestionarlas.
René Magritte: El siglo de las luces |
Hay una lucha constante entre estos dos enfoques, en las
universidades y en las escuelas. Son dos maneras de ver el mundo.
Por un lado, quienes prefieren ver a la gente adoctrinada y conformada
sin que hagan muchas preguntas, siendo obedientes, cumpliendo la función que se
les ha asignado y acatando los sistemas de poder y autoridad.Por otro, quienes consideran que la educación debe estar dirigida a ayudar a los estudiantes a que lleguen a un punto en que aprendan por sí mismos, porque eso es lo que van a hacer durante la vida, no sólo absorber información dada por alguien y repetirla.
Un valor por sí misma
Hay quienes se plantean la educación como una inversión rentable porque genera un gran capital humano que puede ser usado en el crecimiento económico. En mi opinión, esa es una manera muy extraña, muy distorsionada, de plantearse el tema. ¿Queremos tener una sociedad de individuos libres, creativos e independientes capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a ellos? ¿Queremos eso o queremos gente que aumente el PIB? No es necesariamente lo mismo.
Una educación como aquella de la que hablaban Bertrand Russell, John Dewey y otros, tiene un valor por sí misma. Independientemente del impacto que tenga en la sociedad tiene un valor, porque ayuda a crear seres humanos mejores. Después de todo a eso es a lo que debe servir un sistema educativo.
Hay quienes se plantean la educación como una inversión rentable porque genera un gran capital humano que puede ser usado en el crecimiento económico. En mi opinión, esa es una manera muy extraña, muy distorsionada, de plantearse el tema. ¿Queremos tener una sociedad de individuos libres, creativos e independientes capaces de apreciar y aprender de los logros culturales del pasado y contribuir a ellos? ¿Queremos eso o queremos gente que aumente el PIB? No es necesariamente lo mismo.
Una educación como aquella de la que hablaban Bertrand Russell, John Dewey y otros, tiene un valor por sí misma. Independientemente del impacto que tenga en la sociedad tiene un valor, porque ayuda a crear seres humanos mejores. Después de todo a eso es a lo que debe servir un sistema educativo.
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