(Paisaje urbano)
Largas calles sin
rostro.
Hay cuerpos jadeantes
que parecen buscar
algo desconocido.
Van en serie empeñados
en ser iguales todos,
en fundirse en un solo
deambular con prisas.
¿Hacia qué? ¿Para qué?
¿Es estar en la luna
pisar este desierto
de hombres y edificios?
No hay oasis frondosos
donde la sed se apague.
Amar, correr, pasar
de un desamor a otro,
de soledades solas
a la atroz soledad
compartida entre varios.
¿Si lo arrasamos todo
quedará la semilla
de una ciudad de
ensueño?”
Ernestina de Champourcín: La pared transparente
(1984)
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