martes, 19 de febrero de 2013

Poética / Ferlinghetti [2]



Si dices que eres un poeta, cántalo no lo conceptualices.
No permitas que se diga que una imaginación indolente ahogó la basura de tu corazón.
Reúne nuevamente la narración de una historia y la voz viviente.
Sé el narrador de grandes historias, incluso de las más oscuras. Dale una voz a las calles sin lengua.

Convierte las palabras comunes en poco comunes.
 

Peléate con el destino del hombre como lo hacen los amantes celosos.
Besa el espejo y escribe sobre él lo que ves y oyes.
Poeta, sé el espía de Dios, si Dios existe. Artista, retrata su ojo, si es que tiene uno.
Sé un oscuro ladrador frente a las carpas de la existencia.
Observa la rosa a través de anteojos con los colores del mundo.
Sé un ojo entre los ciegos.

Baila con los lobos y cuenta las estrellas, incluso aquellas cuya luz aún no ha llegado aquí.
Sé inocente, no seas cínico, como si recién hubieras aterrizado sobre la tierra, asombrado al observar el sitio donde has caído.
Cuestiona con un corazón puro el inescrutable significado de las cosas y nuestro destino tragicómico.
¿Tienes el don del encanto y estás rodeado del asombro? ¿Tienes el loco sonido?
Sé un tonto zen.
 
El brillo de sol de la poesía lanza sombras. También tienes que pintarlas. Nunca podrás ver u oír o sentir demasiado. Si puedes soportarlo.
Lucha para recobrar la inocencia del ojo de la infancia.
 
Compón sobre la lengua, no lo hagas sobre la página.
 
Como un budista, escucha el ritmo de tu propia respiración.
Bajá la voz y habla desde tu pecho, no lo hagas a través de la nariz.
Cuando leas tus poemas, no trates de romper los cristales de las ventanas del barrio vecino.
En este arte, no tienes maestro de canto, salvo tu oído interior.
Serás tan grande como tu oído. Si éste es de lata, mala suerte.
Igual que los humanos los poemas poseen defectos fatales.

Canta, ¡Hola!

Escribe un interminable poema sobre tu vida en la tierra o cualquier otro lugar, una poesía más grande que la vida.
Un gran poema deberá nacer de la suma de todos tus poemas, registrando más que la superficie de la realidad, más que “aquello que pasa por la ventana”.
Halla la realidad más allá de sí misma, si existe tal cosa.
Tu lenguaje debe cantar, con o sin rima, para justificar que éste sea en la tipografía de la poesía. Tienes que hacer algo más que poesía de “la palabra hablada”, haz poesía de la “palabra cantada”.
Apoya tu voz en un instrumento musical o otros sonidos y deja que tus poemas florezcan en canto.
Escucha a los cantantes folklóricos del pasado y del presente que son los verdaderos poetas del canto.
Lee entre las líneas del discurso humano.
Haz que tu mente aprenda a recorrer el camino alrededor de tu corazón.
Tu vida es tu poesía. Si no tienes corazón escribirás poemas sin garra.
Elude lo provinciano, busca lo universal.
No talles piedras. Sumérgete en el mar buscando la poesía, cada poema un pez con vida.
Di lo indecible, haz visible lo invisible.
Piensa subjetivamente, escribe objetivamente.
Persigue la literalidad de la imaginación. Lo concreto es lo más poético.
Imagina largos pensamientos en breves oraciones.
 
Si aspiras a ser un poeta no pienses que los subterfugios del pensamiento son poesía. Tres líneas cualesquiera no hacen un haikú. Se necesita una epifanía para que se produzca.
Luego de una lectura de poemas no te sometas a una sesión de preguntas y respuestas. La poesía excita las mentes. Las preguntas y respuestas rebajan la poesía a prosa. ¿Acaso le preguntan a un cantante folk que explique sus canciones?
Como un campo de girasoles, el poema no debe ser explicado.
Si un poema debe ser explicado, esto es el fracaso de la comunicación.
 
Un poeta no debe discutir el arte de la poesía o el proceso creativo. Es más que un secreto del oficio, mistificándose en sus misterios.
Lo que diga un poeta acerca de su trabajo es una defensa que no debería llevar a cabo.
¿Quieres ser un gran escritor o un gran académico, un poeta burgués o un poeta radical en llamas?
¿Puedes imaginar a Shelley asistiendo a un taller de escritura?
Sin embargo los talleres de poesía pueden desarrollar comunidades de amistad poética en el corazón de América, donde tantos pueden sentirse solos y perdidos pues no hallan espíritus afines.
Si tienes que enseñar poesía golpea la pizarra con la tiza de la luz.
Ninguna idea, sólo en los sentidos. Nihil in intellectu quod non prius in sensu.
Si aspiras a ser un gran poeta, relaciónate con poetas que piensen. Son difíciles de hallar.
La poesía del pensamiento se abstiene del éxtasis. Lee a los novelistas épicos, los poetas proféticos, los grandes contadores de historias, las grandes mentes.
Frecuenta las librerías.
¿Qué tienes en la mente? ¿Qué piensas hacer? Abrí la boca y deja de balbucear.
No tengas la mente tan abierta, pues se te puede caer el cerebro.
Transfórmate en una mente nueva y hazla más nueva aún.
 
Barre lejos las telas de araña.
Cultiva la disidencia y el pensamiento crítico. El primer pensamiento puede ser el peor pensamiento.
Persigue la ballena blanca pero no le claves el arpón. En lugar de ello captura su canto.
Otórgate permiso para realizar deslumbrantes vuelos de la imaginación en fantásticos planeos.
Tienes que ir más allá de las grandes expectativas y las más terribles profecías que todos albergamos.
 
Si aspiras a ser un gran poeta, sé la conciencia de la raza.
 
Lawrence Ferlinghetti: "La Poesía como un arte insurgente"  


*

Dada la extensión del poema, lo publico en tres entregas. La primera la edité el día 17; esta es la segunda. La tercera la editaré el próximo 23 de este mismo mes.
El poema lo publicó
Prometeo. Revista Latinoamericana de poesía, nº 81-82, de julio de 2008


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