viernes, 9 de diciembre de 2011

Máscaras y Moscardón

(Poema escénico)  

rarodeluna



                    
    I


Perdigón

Ven, vecino, y tú, vecina
acercaos y escuchad
que La troupe de los cuentistas
ha llegado a la ciudad.

Viene con noticias ciertas
con historias de verdad
con poemas que conjugan
emoción y libertad.

Como antaño los juglares
nuestro oficio es cantar
y contar aquellos hechos
que otros quieren silenciar.

Venga, vamos, no os perdáis
esta función sin igual.
Venid y guardad silencio
que ya vamos a empezar.

(De un salto, ágil, atlético
sale presto Perdigón
Menos suelto y más pesado
entra lento Moscardón)



                   II


Moscardón

Pues Perdigón no lo ha hecho
permitid que me presente:
yo me llamo, buena gente,
Manuel González Cortezo.

Pero Moscardón me llaman.
No me gusta, pero acepto
que me llamen de ese modo
si lo hacen con respeto.

Mas si ustedes me preguntan
como quiero que llamen
yo les diré que prefiero
que me llamasen Manolo.

(Desde fuera:
¡No te enrolles, Moscardón!)

Ahí tienen el motivo,
la excusa y no la razón,
del alias definitivo
que me daña el corazón.

¿Que si duele? ¡Por supuesto!
¿Cómo creen que me quedo
cuando pienso que mi nombre
es el nombre de un insecto,

un bichito impertinente,
feo, incómodo y molesto...?
(Y de nuevo:
¡No seas pesado y déjalo!)

¿Que me enrollo? No lo niego.
Yo sé que a veces me excedo
y que hablo demasiado.
Lo sé y no lo desmiento.

Y aunque trato de evitarlo
sé que en algunas ocasiones
me pongo un poco pesado.
Al cabo, nadie es perfecto.

(Y otra vez:
¡Déjalo ya, por favor!
¡Y cuéntales ya tu cuento,
Moscardón!)

Que me enrollo, eso dicen.
Pero yo les digo: ¿y qué?
¿Acaso soy yo el primero?
¿No se enrolla Zapatero?

¿Y qué es lo que hace Rajoy
cuando habla?: Enrollarse.
¿Qué me dicen de González
(Felipe) o de Alfonso Guerra?

¿Y de Jose? ¿Qué me dicen?
Se enrolla el Mas, Rubalcaba,
Urkullu, Griñán, la Trini
y el mismísimo Guardiola.

Si se enrolla el rey y también
del gobierno el presidente,
si se enrollan en Europa
Durao, Sarkozy y la Merkel

Obama en la Casa Blanca
el Papa en su Santa Sede,
del Barça el entrenador
y hasta mi vecino de enfrente,

¿no puedo enrollarme yo?
¿Qué daño le hago a la gente
relatando mis historias
y cantando mi canción?

(Entre el público
alguien grita:
¡O te arrancas
o nos vamos!)

(En ese momento entra
visiblemente enfadado
Perdigón, acompañado
de dos Máscaras
que enarbolan con orgullo
sendas porras:)

Lo tuyo no tiene arreglo.
Te lo he dicho tantas veces...:
esos comentarios sobran,
Moscardón.

Así que lo siento, hermano.
Venga, acompaña a estas Máscaras.
Para ti se ha terminado
la función.

                                                  (Continuará)


jueves, 8 de diciembre de 2011

Democracia



"La democracia se funda sobre el control del aparato del poder por los controlados y así reduce la esclavitud (que determina un poder que no sufre la autorregulación de aquellos que somete); en este sentido la democracia es, más que un régimen político, la regeneración continua de un bucle complejo y retroactivo : los ciudadanos producen la democracia que produce los ciudadanos.

[...]

Evidentemente, la democracia necesita del consenso de la mayoría de los ciudadanos y del respeto de las reglas democráticas. Necesita que un gran número de ciudadanos crea en la democracia. Pero, al igual que consenso, la democracia necesita diversidades y antagonismos.

Jason Hawkes: One Worldwide Plaza
  
La democracia supone y alimenta la diversidad de los intereses así como la diversidad de las ideas. El respeto de la diversidad significa que la democracia no se puede identificar con la dictadura de la mayoría sobre las minorías; ella debe incluir el derecho de las minorías y contestatarios a la existencia y a la expresión, y debe permitir la expresión de las ideas heréticas y marginadas. Así, como hay que proteger la diversidad de las especies para salvar la biósfera, hay que proteger la de las ideas y opiniones y también la diversidad de las fuentes de información y de los medios de información (prensa y demás medios de comunicación), para salvar la vida democrática.

[...] 

Exigiendo a la vez, consenso, diversidad y conflicto, la democracia es un sistema complejo de organización y de civilización políticas que alimenta y se alimenta de la autonomía de espíritu de los individuos, de su libertad de opinión y de expresión, de su civismo que alimenta y se alimenta del ideal Libertad - Igualdad - Fraternidad, el cual comporta un conflicto creador entre estos tres términos inseparables".

                                                               Edgar Morin


Quiénes son los mercados y cómo nos gobiernan




Hay libros que nacen apegados a eso que llamamos la actualidad y que, según Antonio, es una manera apresurada de nombrar el presente. En la mayoría de los casos, son textos insustanciales e innecesarios que responden al márketing editorial y al mercadeo informativo de unos medios de comunicación con los que esas editoriales comparten estrategias e intereses. Son libros destinados al consumo y que acaban confinados en el olvido.
Pero también hay libros vinculados a la actualidad cuya publicación obedece a otros motivos y responde a otras necesidades. Por ejemplo, los que se escriben con una intención eminentemente didáctica y una insoslayable actitud crítica para proporcionar la información necesaria que nos permita comprender el presente.
Es el caso de Quiénes son los mercados y cómo nos gobiernan, un librito de noventa páginas en el que cinco profesores de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid dilucidan las claves de la profunda crisis económica actual. 
Dirigido a "cualquier persona interesada en comprender cuestiones económicas centrales del momento actual", se trata de un texto que "surge para abrir y participar en esas discusiones fundamentales que, precisamente por serlo, son hurtadas a la ciudadanía", dicen los autores, que declaran "su constante y muy temprana vocación divulgativa" y su "afán por bajar la economía a la calle".
"¿Cómo hemos llegado a esto? ¿De qué manera podemos salir de esta situación minimizando el coste social del desastre? ¿Qué se puede hacer para que una crisis de esta gravedad no vuelva a producirse?" son algunas de las once preguntas fundamentales en torno a las cuales se articula un discurso que aclara términos y conceptos básicos, describe las causas e identifica a los responsables de la crisis, ensaya respuestas y propone salidas. Y todo ello, desde el rigor y el compromiso de quienes creen que es posible otra economía y que otro mundo es posible.

                                                                           Marta

lunes, 5 de diciembre de 2011

Antología parcial / 35






Si el mar es infinito y tiene redes,
si su música sale de la ola,
si el alba es roja y el ocaso verde,
si la selva es lujuria y la luna caricia,
si la rosa se abre y perfuma la casa,
si la niña se ríe y perfuma la vida,
si el amor va y me besa y me deja temblando.
¿Qué importancia tiene todo esto,
mientras haya en mi barrio una mesa sin patas,
un niño sin zapatos o un contable tosiendo,
un banquete de cáscaras,
un concierto de perros,
una ópera de sarna…
Debemos inquietarnos por curar las simientes,
por vendar corazones y escribir el poema
que a todos nos contagie.
Y crear esa frase que abrace todo el mundo;
los poetas debiéramos arrancar las espadas,
inventar más colores y escribir padrenuestros.
Ir dejando las risas en la boca del túnel,
y no decir lo íntimo, sino cantar al corro;
no cantar a la luna, no cantar a la novia,
no escribir unas décimas, no fabricar sonetos.
Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso,
gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo
debajo de las latas con lo puesto y aullando,
y madres que a sus hijos no peinan a diario,
y padres que madrugan y no van al teatro.
Adornar al humilde poniéndole en el hombro nuestro verso;
cantar al que no canta y ayudarle es lo sano.
Asediar usureros y con rara paciencia convencerles sin asco.
Trillar en la labranza, bajar a alguna mina;
ser buzo una semana, visitar los asilos,
las cárceles, las ruinas; jugar con los párvulos,
danzar en las leproserías.
Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos,
que al corazón le llega poca sangre.

Gloria Fuertes: Poemas del suburbio (1954)