Dolor
de los espejos
No es sino con temor
que una mujer se aproxima cada día hasta el
espejo
y se tercia con la propia imagen.
Llega la hora de los hechizos
y las brujas
hora de los cosméticos y las abluciones
la nostalgia ante las fotos lisas de la nada
eterna juventud.
Entonces uno se pregunta
cuánto tiempo más durara la pasión
el amor por las bicicletas
y los cuentos de amantes furtivos.
Uno se pregunta si el amor tendrá edad
si el tiempo será tan implacable
como los espejos.
Gioconda Belli: El ojo de la mujer (1991)
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