Cuentas corrientes

¿Preocupada? Más que eso, le respondió Teresa a Antonio: cabreada, estoy cabreada, Antonio, muy cabreada. ¿Has visto?, le dice, mostrándole la primera página del periódico: 5.273.600 personas no tienen trabajo en España.
Antonio (acercándole una taza de café).- Sí, lo he visto. Y me temo que esa cifra va a seguir aumentando.
Darío (sirviéndose café).- Y mientras, los banqueros, los altos ejecutivos, toda esa canalla sumando prebendas, multiplicando salarios...
rarodeluna.- Poniéndose las botas, Zelig, poniéndose las botas.  Teresa.- ¡Eso! Justamente eso es lo que me saca de quicio. ¿Habéis leído lo de Luzón? El tipo se va del Santander con una pensión de 56 millones, más otros 10 millones en seguros... 

René Magritte: Golconda

 
rarodeluna.- ... Cobraba siete millones anuales... (A Marta). ¿Me pasas el azúcar? Esto es demasiado amargo.
Antonio.- ¡Un buen pájaro, ese Luzón!
Julián.- Y tanto. Como que ha participado en casi todos los fregados bancarios desde que Solchaga le encargó que fuera desmontando poco a poco la banca pública para servírsela después en bandeja  al BBV, el banco del que curiosamente él procedía.
Carlota.- ¿Qué pensará ese hombre de la gente que se va a la puta calle sin indemnización, sin nada...?
Antonio (ofreciéndole un vaso de agua).- Ese individuo, Carlota, no piensa en esa gente.
Julián.- Ni ése ni ninguno de sus colegas. Hace poco leí que los 83 consejeros ejecutivos de las empresas del Ibex ganaron una media de casi tres millones anuales. Y que los más de seiscientos altos directivos de esa empresas cobraron de media en torno a un millón. Esa canalla, como les llama Darío, está demasiado ocupada en ganar dinero y no creo que dediquen tiempo a pensar en esas personas que se van, como tú dices, a la puta calle.
Antonio.- Además, últimamente deben sentirse muy orgullosos: los altos ejecutivos españoles son los terceros que más cobran en Europa; sí, los terceros, detrás de los británicos y los suizos.
Marta.- ¡No fastidies! Pero si el salario medio de los españoles es un 20 por ciento inferior a la media europea...
Julián.- Eso; tú regálale argumentos...
Marta.- ¿A quién?
Darío.- A quién va a ser, Marta: a los caballeros del chollo redondo.

Kenton Nelson: Observación

Marta (a punto de enfadarse).- Que yo les regalo... ¿qué?
Antonio (acercándole un vaso de agua).- No te enfades, mujer. Lo que trata de decirte es que esos altos ejecutivos son tan cínicos que mostrarán esos datos como un argumento a su favor: el salario de los currantes españoles en la cola del pelotón; el suyo, en cabeza. Es como si dijeran: cada uno tiene lo que se merece.
Julián.- Ellos son así de bordes; no lo olvides: "España y yo somos así, señora".
Marta.- A veces no entiendo vuestro sarcasmo.
Darío.- ¿Sarcasmo? Nada de eso; puro y descarnado realismo. Y si no, dime, ¿cuál es la palabra que se te viene a la cabeza cuando piensas en el tinglado financiero español? Botín, ¿no es cierto? Pues ahí tienes: polisemia king size, ¿no? Pues eso...
rarodeluna (siguiéndole el juego).- Pues no te pierdas el campo semántico: urdangarin, roca, gürtel, ere, camps, palau, matas...
Antonio.- ... Y así sucesivamente. No te encharques.
Carlota.- Y mientras tanto el Gobierno...
Darío.- Trabajando en ello, que diría Aznar. ¿No has visto quiénes están en el Gobierno?
Antonio.- ¿Y tú qué dices, Claudio? No has hablado en toda la tarde.
Claudio.- Os escuchaba. Comparto vuestra preocupación: es muy grave lo que está pasando. Y a mí también me irrita la conducta de esos personajes desalmados y codiciosos...
Julián.- ¿Tú crees que esos individuos sabrán quién era Etta James?
Claudio.- Esos individuos saben siempre todo lo que necesitan saber.
Carlota.- No me los imagino siguiendo el compás de I just wanna make love to you...
Antonio.- Yo tampoco, Carlota. Pero, ¿qué os parece si vamos poniendo la mesa para la cena fría que he preparado? No sé si os habéis dado cuenta de que está anocheciendo...

Darío.- ¡Hecho! Échame una mano, Marta.
Teresa.- Claudio, ¿por qué no pones algunas de las canciones que nos has traído?
Claudio.- Por supuesto.



Cuatro estaciones
Así se nos pasan las horas en Laramie, hablando de esto y de aquello, de todo lo que nos interesa porque nos preocupa. Por cierto, aquí les dejo algunas de las sugerencias que me he encontrado en las cuatro estaciones; ya saben que así llamamos a las cuatro mesitas situadas en cada una de las esquinas del amplio y confortable salón de Laramie, donde dejamos noticias y propuestas sobre los asuntos más diversos.  

 Esta vez he cogido un libro de poesía editado por Pre-Textos, Árboles con tronco pintado de blanco, de Juan Antonio Bernier, un conjunto de poemas de un raro e inédito hermetismo, según García Román, en el que su autor continúa el proceso de meditación y depuración expresiva que iniciara en Así procede el pájaro (2004).

También he encontrado una útil guía de bolsillo que explica cómo la crisis de Wall Street se vio agravada por las políticas de la UE y cómo ha enriquecido al 1% de la población en detrimento del 99%, y apunta a posibles soluciones que priorizan a las personas y el medio ambiente por encima de los beneficios empresariales. No se la pierdan.
En la tercera esquina, una hermosa postal que nos envía Javier desde Viena, animándonos a visitar "ese espacio mágico del arte que es La Albertina". Hasta el 26 de febrero está abierta una espléndida exposición dedicada a René Magritte: más de 100 obras que muestran todos los estadios de su evolución artística. 

 
Y si no podéis viajar a Viena, dice Teresa en otra tarjeta, acercaros a Madrid. En el Reina Sofía os espera Antoni Muntadas (Barcelona, 1942)  con Entre/Between, una muestra compleja, exhaustiva pero no lineal de la trayectoria de uno de los pioneros del media art y del arte conceptual en España.