(Mayo, 2012)
I
He dejado en mi casa
la tristeza y el frío
el silencio y las noches
que pasé en soledad.
He dejado la agenda
el reloj, las excusas
y también los motivos
que me hicieron callar.
Y he bajado a la calle
a encontrarme contigo
a saber por tus labios
que es preciso cambiar.
Que es posible vivir
de otro modo la vida;
que otro mundo es posible,
que es posible soñar.
II
Me has mirado a los ojos
y en tus ojos he visto
que hay un nuevo camino
que conduce hasta el mar.
Y he emprendido la marcha
de tu brazo cogido
para unirme a la gente
decidida a luchar
por un mundo más justo
por un tiempo distinto
reclamando justicia
exigiendo igualdad.
Y al llegar a la plaza
todos juntos, unidos
ha estallado en el aire
un clamor fraternal:
¡Únete, compañera!
¡Únete, buen amigo!
¡Agrupémonos todos
en la lucha final!
rarodeluna
2 comentarios:
Excelente poema. Me identifico con ese impulso de pensarse compartiendo que tan magistralmente describe el texto, aunque sospecho que algunas derivas del 15M12M han olvidado ese necesario punto de partida, entretenidas como están en reinventar la política negándola.
Resuena en el último rarodeluna el compás dáctilo, vivaracho, de los alejandrinos tangueros, resueltos en la espuma enérgica y provocadora de los agudos pares. Es una música familiar, que evoca experiencias y voces amigas contra la desesperanza, el miedo y la soledad. Vamos, pues, rarodeluna, vamos a las trincheras! Con todos los emblemas y pancartas de la Luz, con todos los derechos de la ternura ¡Vamos!
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