lunes, 28 de mayo de 2012

Declaración de parte



(Mayo, 2012)

I

He dejado en mi casa
la tristeza y el frío
el silencio y las noches
que pasé en soledad.

He dejado la agenda
el reloj, las excusas
y también los motivos
que me hicieron callar.

Y he bajado a la calle
a encontrarme contigo
a saber por tus labios
que es preciso cambiar.

Que es posible vivir
de otro modo la vida;
que otro mundo es posible,
que es posible soñar.

II

Me has mirado a los ojos
y en tus ojos he visto
que hay un nuevo camino
que conduce hasta el mar.

Y he emprendido la marcha
de tu brazo cogido
para unirme a la gente
decidida a luchar

por un mundo más justo
por un tiempo distinto
reclamando justicia
exigiendo igualdad.

Y al llegar a la plaza
todos juntos, unidos
ha estallado en el aire
un clamor fraternal:

¡Únete, compañera!
¡Únete, buen amigo!
¡Agrupémonos todos
en la lucha final!

                                rarodeluna


jueves, 24 de mayo de 2012

Poética / Eliot



La poesía tiene que ver sobre todo con el sentimiento y la emoción.


La poesía no consiste en dejar suelta la emoción, sino en escapar de la emoción; no es la expresión de la personalidad, sino un escape de la personalidad.


La única manera de expresar la emoción en una forma artística es encontrando un correlato objetivo; en otras palabras, una serie de objetos, una situación, una cadena de acontecimientos que habrán de ser la fórmula de esa particular emoción, de modo que cuando los hechos externos, que deben acabar en una experiencia sensorial, se produzcan, se evoque de inmediato, la emoción.


La música de la poesía debe ser una música latente en el habla común de su tiempo.

En cierto sentido, en un sentido muy limitado, el poeta sabe mejor que los demás lo que sus poemas "significan": conoce la historia de su composición, el material que ha entrado en ellos para adquirir una forma reconocible, lo que intentaba hacer y lo que pretendía decir. Pero el significado de un poema depende tanto de lo que significa para los demás como de lo que significa para su autor.


Si la poesía es una forma de "comunicación", lo que se comunica es el poema mismo y sólo incidentalmente la experiencia y el pensamiento que se ha vertido en él.


El deber del poeta es con su lengua: consiste primero en preservarla, y segundo en extenderla y mejorarla. Al expresar lo que sienten otros también cambia el sentimiento, porque lo vuelve más consciente; permite que las personas se apropien de lo que sentían, y por lo tanto les enseña algo sobre sí mismos.


Al imponer un orden creíble a la realidad y al sacar por ello una percepción de orden en la realidad, la función del arte consiste en último término en llevarnos a una condición de serenidad, de silencio y de reconciliación.


La emoción del arte es impersonal.

                                                                           T. S. Eliot

martes, 22 de mayo de 2012

Educación


1.
No puede haber una teoría pedagógica, que implica fines y medios de la acción educativa, que esté exenta de un concepto de hombre y de mundo. No hay en este sentido una educación neutra. Si, para unos, el hombre es un ser de la adaptación al mundo (tomándose al mundo no sólo en el sentido natural, sino estructural, histórico-cultural), su acción educativa, sus métodos, sus objetivos estarán adecuados a esta concepción. Si, para otros, el hombre es un ser de la transformación del mundo, su quehacer educativo sigue otro camino. Si lo miramos como una "cosa", nuestra acción educativa se precisa en términos mecanicistas, de lo que resulta cada vez una mayor domesticación del hombre. Si lo miramos como persona, nuestro quehacer educativo será cada vez más liberador.

2.
La concepción humanista y liberadora de la educación jamás dicotomiza el hombre del mundo... Estimula la creatividad humana. Tiene del saber una visión crítica ... Reconoce al hombre como un ser histórico. Desmitifica la realidad... Lucha por el hombre-persona, transformador del mundo. Ama la vida en su devenir. 

3.
Todo acto educativo es un acto político.

                                                                      Paulo Freire

sábado, 19 de mayo de 2012

Aprender



 
Aprender otra vez a hablar. A los cincuenta y siete años aprender no un idioma nuevo, sino aprender de nuevo a hablar. Tirar por la borda los prejuicios, aunque al final no nos quede nada. Leer otra vez los grandes libros, no importa si los leímos o nunca los leímos. Escuchar a la gente sin dar consejos, sobre todo a la que nada tiene que enseñarnos. No reconocer jamás a la angustia como un medio para la realización. Combatir a la muerte sin proclamar el combate. En una palabra: valor y justicia. 

*

¿Por qué siempre quieres explicar? ¿Por qué siempre quieres descubrir detrás algo oculto, y más oculto, y siempre oculto?
¿Cómo sería una vida en la superficie? ¿Feliz? ¿Y habría que despreciarla sólo por eso?

Toni Demuro
 
Es verdad que quiero conocer todo aquello en lo que han creído los hombres. Pero quiero conocerlo en el estado en que era digno de crédito, no en sus extenuadas ramificaciones.

*

Lo más hermoso de aprender es que multiplica los enigmas.

*

Lo más difícil es no seguir aprendiendo.

                                                        Elías Canetti

miércoles, 16 de mayo de 2012

Antología parcial / 52






Giacomo Casanova acepta el cargo de bibliotecario que le ofrece, en Bohemia, el Conde de Waldstein

Escuchadme, Señor, tengo los miembros tristes.
Con la Revolución Francesa van muriendo
mis escasos amigos. Miradme, he recorrido
los países del mundo, las cárceles del mundo,
los lechos, los jardines, los mares, los conventos,
y he visto que no aceptan mi buena voluntad.
Fui abad entre los muros de Roma y era hermoso
ser soldado en las noches ardientes de Corfú.
A veces, he sonado un poco el violín
y vos sabéis, Señor, cómo trema Venecia
con la música y arden las islas y las cúpulas.
Escuchadme, Señor, de Madrid a Moscú
he viajado en vano, me persiguen los lobos
del Santo Oficio, llevo un huracán de lenguas
detrás de mi persona, de lenguas venenosas.
Y yo sólo deseo salvar mi claridad,
sonreír a la luz de cada nuevo día,
mostrar mi firme horror a todo lo que muere.
Señor, aquí me quedo en vuestra biblioteca,
traduzco a Homero, escribo de mis días de entonces,
sueño con los serrallos azules de Estambul.

     Antonio Colinas: Sepulcro en Tarquinia (1975)