Si dices que eres un
poeta, cántalo no lo conceptualices.
No permitas que se diga
que una imaginación indolente ahogó la basura de tu corazón.
Reúne nuevamente la
narración de una historia y la voz viviente.
Sé el narrador de
grandes historias, incluso de las más oscuras. Dale una voz a las calles sin
lengua.Convierte las palabras comunes en poco comunes.
Besa el espejo y escribe
sobre él lo que ves y oyes.
Poeta, sé el espía de
Dios, si Dios existe. Artista, retrata su ojo, si es que tiene uno.
Sé un oscuro ladrador
frente a las carpas de la existencia.
Observa la rosa a través
de anteojos con los colores del mundo.
Sé un ojo entre los
ciegos.
Baila con los lobos y
cuenta las estrellas, incluso aquellas cuya luz aún no ha llegado aquí.
Sé inocente, no seas
cínico, como si recién hubieras aterrizado sobre la tierra, asombrado al
observar el sitio donde has caído.
Cuestiona con un corazón
puro el inescrutable significado de las cosas y nuestro destino tragicómico.
¿Tienes el don del
encanto y estás rodeado del asombro? ¿Tienes el loco sonido?
Sé un tonto zen.
El brillo de sol de la
poesía lanza sombras. También tienes que pintarlas. Nunca podrás ver u oír o
sentir demasiado. Si puedes soportarlo.
Lucha para recobrar la
inocencia del ojo de la infancia.
Compón sobre la lengua,
no lo hagas sobre la página.
Como un budista, escucha
el ritmo de tu propia respiración.
Bajá la voz y habla
desde tu pecho, no lo hagas a través de la nariz.
Cuando leas tus poemas,
no trates de romper los cristales de las ventanas del barrio vecino.
En este arte, no tienes
maestro de canto, salvo tu oído interior.
Serás tan grande como tu
oído. Si éste es de lata, mala suerte.
Igual que los humanos
los poemas poseen defectos fatales.
Canta, ¡Hola!
Escribe un interminable
poema sobre tu vida en la tierra o cualquier otro lugar, una poesía más grande
que la vida.
Un gran poema deberá
nacer de la suma de todos tus poemas, registrando más que la superficie de la realidad,
más que “aquello que pasa por la ventana”.
Halla la realidad más
allá de sí misma, si existe tal cosa.
Tu lenguaje debe cantar,
con o sin rima, para justificar que éste sea en la tipografía de la poesía.
Tienes que hacer algo más que poesía de “la palabra hablada”, haz poesía de la
“palabra cantada”.
Apoya tu voz en un
instrumento musical o otros sonidos y deja que tus poemas florezcan en canto.
Escucha a los cantantes
folklóricos del pasado y del presente que son los verdaderos poetas del canto.
Lee entre las líneas del
discurso humano.
Haz que tu mente aprenda
a recorrer el camino alrededor de tu corazón.
Tu vida es tu poesía. Si
no tienes corazón escribirás poemas sin garra.
Elude lo provinciano,
busca lo universal.
No talles piedras.
Sumérgete en el mar buscando la poesía, cada poema un pez con vida.
Di lo indecible, haz
visible lo invisible.
Piensa subjetivamente,
escribe objetivamente.
Persigue la literalidad
de la imaginación. Lo concreto es lo más poético.
Imagina largos
pensamientos en breves oraciones.
Si aspiras a ser un
poeta no pienses que los subterfugios del pensamiento son poesía. Tres líneas
cualesquiera no hacen un haikú. Se necesita una epifanía para que se produzca.
Luego de una lectura de
poemas no te sometas a una sesión de preguntas y respuestas. La poesía excita
las mentes. Las preguntas y respuestas rebajan la poesía a prosa. ¿Acaso le
preguntan a un cantante folk que explique sus canciones?
Como un campo de
girasoles, el poema no debe ser explicado.
Si un poema debe ser
explicado, esto es el fracaso de la comunicación.
Un poeta no debe
discutir el arte de la poesía o el proceso creativo. Es más que un secreto del
oficio, mistificándose en sus misterios.
Lo que diga un poeta
acerca de su trabajo es una defensa que no debería llevar a cabo.
¿Quieres ser un gran
escritor o un gran académico, un poeta burgués o un poeta radical en llamas?
¿Puedes imaginar a
Shelley asistiendo a un taller de escritura?
Sin embargo los talleres
de poesía pueden desarrollar comunidades de amistad poética en el corazón de
América, donde tantos pueden sentirse solos y perdidos pues no hallan espíritus
afines.
Si tienes que enseñar
poesía golpea la pizarra con la tiza de la luz.
Ninguna idea, sólo en
los sentidos. Nihil in intellectu quod non prius in sensu.
Si aspiras a ser un gran
poeta, relaciónate con poetas que piensen. Son difíciles de hallar.
La poesía del
pensamiento se abstiene del éxtasis. Lee a los novelistas épicos, los poetas
proféticos, los grandes contadores de historias, las grandes mentes.
Frecuenta las librerías.
¿Qué tienes en la mente?
¿Qué piensas hacer? Abrí la boca y deja de balbucear.
No tengas la mente tan
abierta, pues se te puede caer el cerebro.
Transfórmate en una
mente nueva y hazla más nueva aún.
Barre lejos las telas de
araña.
Cultiva la disidencia y
el pensamiento crítico. El primer pensamiento puede ser el peor pensamiento.
Persigue la ballena
blanca pero no le claves el arpón. En lugar de ello captura su canto.
Otórgate permiso para
realizar deslumbrantes vuelos de la imaginación en fantásticos planeos.
Tienes que ir más allá
de las grandes expectativas y las más terribles profecías que todos albergamos.
Si aspiras a ser un gran
poeta, sé la conciencia de la raza.
Lawrence
Ferlinghetti: "La
Poesía como un arte insurgente"
*
Dada
la extensión del poema, lo publico en tres entregas. La primera la edité el día 17; esta es la segunda. La tercera la editaré el próximo 23 de este mismo mes.
El
poema lo publicó
Prometeo. Revista Latinoamericana de poesía, nº
81-82, de julio de 2008
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