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Eusebio Sempere: Sin título |
Para poder escribir bien sobre un
asunto es necesario no interesarse más por él; el pensamiento que se ha de
expresar con serenidad debe haber pasado ya del todo.
En tanto el artista
crea y esté entusiasmado se encuentra cuando menos en una disposición iliberal
para la comunicación. Querrá entonces decirlo todo, lo cual es una falsa
tendencia de los genios jóvenes, o un prejuicio legítimo de viejos ignorantes.
De este modo, no sabe apreciar el valor y la dignidad de la autolimitación, que
es, sin embargo, para el artista como para el ser humano en general, lo más
necesario y lo más elevado. Lo más necesario porque, dondequiera que no se
limita uno a sí mismo se ve uno limitado por el mundo, con lo que se convierte
en un esclavo. Lo más elevado, porque uno sólo se puede limitar a sí mismo en
los puntos y en los aspectos en los que posee fuerza infinita, creación y
destrucción de sí mismo.
No hay que tener demasiadas prisas en la
autolimitación y hay que dejar primero espacio a la creación de sí mismo, a la
creatividad y al entusiasmo, hasta que se hayan culminado.
Los siguientes son principios
universales de la comunicación literaria: 1) Hay que tener algo que comunicar;
2) hay que tener a alguien a quien se le pueda comunicar; 3) hay que
comunicarlo realmente, poder compartirlo con él y no simplemente expresarse, a
solas; si no, sería más acertado callarse.
F.
Schlegel
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