Inseguridad
(Trabajo)
La
temporalidad y la fragilidad laborales, la discontinuidad y la informalidad
están alcanzando a sociedades occidentales hasta ahora baluartes del pleno
empleo y el Estado del bienestar.
Alemania
es modélica por su forma de contener la crisis, pero el empleo precario crece
demasiado. En la década de 1960 solo el 10% de los trabajadores pertenecía a
ese grupo; en la de 1980 la cifra ya se situaba en un cuarto, y ahora es de
alrededor de un tercio del total. Si los cambios continúan a este ritmo en
otros diez años solo la mitad de los trabajadores tendrá empleos a tiempo
completo de larga duración.
Cuanto
más se desregulan y flexibilizan las relaciones laborales, con más rapidez
pasamos de una sociedad del trabajo a otra de riesgos incalculables, tanto
desde el punto de vista de las vidas de los individuos como del Estado y la
política.
Mientras
el capitalismo global disuelve en los países occidentales los valores
esenciales de la sociedad del trabajo, se rompe un vínculo histórico entre
capitalismo, Estado de bienestar y democracia. No nos equivoquemos: un
capitalismo que no busque más que el beneficio, sin consideración alguna hacia
los trabajadores, el Estado de bienestar y la democracia, es un capitalismo que
renuncia a su propia legitimidad.
Yuriko Nakao |
Desconfianza
(Política)
Los líderes financieros, desde los ministros de Economía y
Finanzas hasta los líderes de instituciones financieras privadas, repitieron el
mantra actual: los países en crisis deben poner en orden sus asuntos, reducir
sus déficits y deudas públicas, adoptar reformas estructurales y promover el
crecimiento. La confianza, reiteraron numerosas veces, debe ser restaurada.
Ese tipo de pontificación suena un tanto afectada cuando
proviene de quienes, al mando de bancos centrales, ministerios de Hacienda y
Finanzas y bancos privados llevaron al sistema financiero mundial al borde de
la ruina y fueron artífices del desastre actual. Y lo que resulta aún peor,
poco se explica sobre cómo lograr la cuadratura del círculo. ¿Cómo puede
recuperarse la confianza mientras las economías en crisis caen en recesión?
¿Cómo puede revivirse el crecimiento cuando la austeridad probablemente
signifique una mayor disminución de la demanda agregada, lo que reducirá aún
más la producción y el empleo?
Amnesia
(Europa)
La situación de Europa es grave, muy grave.
No nos engañemos: si se desintegra el euro, lo mismo
ocurrirá a la Unión Europea (la mayor economía del mundo), lo que desencadenará
una crisis económica mundial que la mayoría de las personas vivas actualmente
nunca han padecido. Europa está al borde del abismo y sin duda caerá en él, a
no ser que Alemania —y Francia— cambien de rumbo.
Una cosa es segura: la
desintegración del euro y de la UE entrañaría la salida de Europa del escenario
mundial.
La salvación de Europa depende ahora de un cambio
fundamental en la posición en materia de política económica de Alemania y de la
de Francia en materia de integración política y reformas estructurales.
Francia tendrá que aceptar una unión política: un gobierno
común con control parlamentario común para la zona del euro.
Por su parte, Alemania tendrá que optar por una unión
fiscal.
Alemania se destruyó a sí misma –y el orden europeo– en dos
ocasiones en el siglo XX y después convenció a Occidente de que había sacado
las conclusiones oportunas. Sólo de ese modo, reflejado con la mayor claridad
en su aceptación del proyecto europeo, obtuvo Alemania la anuencia para su
reunificación. Sería a un tiempo trágico e irónico que una Alemania restaurada
por medios pacíficos y con la mejor de las intenciones provocara la ruina del
orden europeo por tercera vez.
(Remitido por Antonio,
sin comentarios)
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