lunes, 12 de marzo de 2012

Poética / Breton & Eluard



Un poema debe ser un cataclismo del intelecto. No puede ser otra cosa.
Cataclismo: es un sálvese quien pueda, aunque solemne y a prueba de todo; imagen de lo que se debería ser, del estado donde los esfuerzos ya no cuentan.


La poesía es el ensayo de representar o de restituir por gritos, lágrimas, caricias, besos, suspiros o por objetos, esta cosa o estas cosas que tienden oscuramente a expresar el lenguaje articulado, en lo que este lenguaje tiene de apariencia de vida o de propósito supuesto.


La poesía es lo contrario de la literatura. Reina sobre los ídolos de toda especie y sobre las ilusiones realistas; mantiene felizmente el equívoco entre el lenguaje de la "verdad" y el lenguaje de la "creación".
Y este papel creador, real del lenguaje (este lenguaje, de origen mineral) es cumplido lo más evidentemente posible por la no-necesidad a priori del tema.
El tema de un poema le es tan propio y le interesa tan poco como a un hombre su nombre.


El lirismo es el desarrollo de una protesta.


La idea de Inspiración está contenida en esto:
Lo que cuesta dos centavos no es lo que tiene más valor.
Lo que tiene más valor no se avalúa en centavos.
Y en eso: Glorificarse lo más de lo que se es menos responsable.

A la menor tachadura, el principio de inspiración total está arruinado. La imbecilidad borra lo que la almohada ha prudentemente creado. Es preciso no darle la menor participación so pena de producir monstruos. Nada de coparticipaciones. La imbecilidad no puede ser reina.


La rima constituye una ley de la cual depende el tema y es comparable a un par de bofetadas.
La multiplicidad jamás abusiva de la imágenes produce al ojo del espíritu un desorden eminentemente compatible con el tono. Todo se precisa en el deslumbramiento.
Construir una poesía que sólo contenga poemas es imposible.
Si un texto no contiene más que poesía, es construido; no es un poema. No es poesía.
Dignidad, indignidad del verso: una sola palabra que falta salva todo.


André Breton y Paul Eluard: Notas sobre la poesía (1936)


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