sábado, 24 de noviembre de 2012

Poética / Bonnefoy



Lo que constituye un poema no es de ningún modo su significación [sino] sus palabras, sus palabras en sí mismas, sus palabras tan evidentes como enigmáticas; las preferimos porque esos grandes vocablos, como de pie en el espíritu, parecen anunciar que designan algo existente de un modo más inmediato e intenso que antes, realmente de otro modo [...] La música de las palabras, en poesía, cambia el efecto de éstas.

La poesía no significa, muestra. No juega el juego de la significación, por el contrario, lo niega; su razón de ser es dirigirse más allá de las representaciones, análisis, fórmulas -más allá de todos los discursos de todos los saberes-, hacia la inmediatez del ser sensible que los conceptos nos hurtan.


En la significación tal como aparece en un poema, en sus estratos de significantes y significados que lo constituyen, hay que aprender a distinguir dos niveles. En primer lugar, el nivel de la conciencia común, aquella que no ve más lejos que el lenguaje, aquella que he denominado el yo con sus conocimientos propios, sus ideas, sus deseos, sus ensoñaciones, toda una red de discursos, conscientes o no, y enmarañados, y polisémicos... Luego, ese otro nivel que constituye la intuición consciente... El "decir" [:] este otro empleo de la significación, simple y secundario a la vez, característico de los grandes poemas. El decir algo reflexivo, consciente, ardientemente buscado y firmemente asumido por el poeta, una idea de la vida que él propone luego al asentimiento de sus allegados: un sentido, en una palabra, totalmente diferente de esas significaciones que la crítica textual busca hacerle confesar al poeta, pero ocupando su lugar.

Si queremos leer un poema por lo que es verdaderamente..., si queremos descifrar verdaderamente la poesía como poesía, hay que olvidar, al menos en un primer momento, todos esos trabajos del análisis parcial y todos esos jugos sobre el texto: porque es el decir, lo que yo llamo el decir, lo que en el plano de lo específicamente poético importa e importa únicamente

Los mejores poemas se escriben con las palabras que sabemos utilizar mejor en nuestra propia vida.

                                                                  Ives Bonnefoy

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