La poesía se
halla del lado de la vida, de la continuidad del esfuerzo y de la amplitud del
espíritu.
Ninguna
poesía digna de llamarse tal es indiferente al mundo por el cual y al cual
responde.
La
poesía tiene un poder redentor tan elevado, y seguramente tan ilusorio, como el
amor.
El
secreto para llegar a ser poeta, irlandés o no, estriba en saber extraer toda
la energía de las palabras.
Empecé
a ser poeta cuando mis raíces se entrecruzaron con mis lecturas.
Mi
aspiración es que los poemas lleguen a ser vocablos adecuados al conjunto de mi
experiencia.
La
técnica es distinta del artificio. Artificio es lo que uno puede aprender de
los versos de los otros. Artificio es la habilidad para hacer. Sirve para ganar
[...] La técnica no sólo implica el modo como el poeta trabaja las palabras, su
dominio de la métrica, del ritmo, de la textura verbal, sino también una
definición de su actitud hacia la vida, una definición de su realidad. [...] La
técnica exige sellar con nuestra marca de agua una forma esencial de percibir,
hablar y pensar, para que quede impresa en el tacto y en la textura de nuestras
líneas; la técnica se refiere a la totalidad del esfuerzo creador que llevan a
cabo los recursos de la mente y del cuerpo para lograr que el sentido de la
experiencia quede sometido a la jurisdicción de la forma. Técnica es aquello
que, según frase de Yeats, convierte «el hato de accidentes e incoherencias que
se sienta a desayunar» en «una idea, en algo deliberado, completo»
Seamus Heaney
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