martes, 8 de noviembre de 2011

Antología parcial / 31





HISTORIAS FINGIDAS Y VERDADERAS

Estas historias que se acercan tanto
a la verdad, son puro fingimiento:
no ostentan otro firme fundamento
que la verdad que veo y toco en cuanto

escribo y finjo que soñé: vi tanto,
tanta realidad se llevó el viento,
que imaginé ya fútil aspaviento
vida, sueño, verdad, historia, espanto.

Nací en España, y en España apenas
engendra la razón sino hórreos sueños
y lo que existe, existe a duras penas.

Tal fue la historia de mi vida: imagen
real y semejanza de los sueños
de mi patria. Compruébenlo, barajen.

[1968]
  
Blas de Otero: Hojas de Madrid con La galerna (2010)

1 comentario:

Anónimo dijo...

El gran Blas de Otero. ¿Un poeta social? Más bien, toda una sociedad poética. Otero habría sido igualmente grande en el 27 o entre los Novísimos. Le tocó el tiempo que le tocó y él, un gran poeta del lenguaje, también fue un gran poeta social. Su ejemplo nos recuerda, sin embargo, que la poesía, diga lo que diga, debe ante todo ser eso: poesía. Otero vive en los sueños de nuestra adolescencia: "león de noche, capitel sonoro". Su palabra tiene una fuerza incomparable. No tuvo rival en su tiempo y es sin duda uno de los más grandes de la posguerra. Si hubiera que elegir a tres de la segunda mitad del siglo XX, nos quedaríamos con Blas de Otero, Claudio Rodríguez y Gimferrer. Estuvo de moda, ya no lo está. Pero fue un verdadero poeta y el verdadero lector habrá de reconocerlo siempre.

José Luis