martes, 10 de abril de 2012

Glosario / Mercado(s)


Los mercados son instituciones para el intercambio de 'bienes y servicios' que pueden ser casi cualquier cosa, incluyendo dinero y acciones... La premisa clásica es que los mercados son espacios en los que todo el mundo intenta maximizar su ganancia... Gracias a lo que Adam Smith llamó la 'mano invisible', es decir, gracias a un hecho natural, el mercado maximiza el beneficio para la totalidad de los compradores y vendedores, y ayuda así a todo el mundo y a la nación en su conjunto. Este es el modelo idealizado de mercado.
La idealización da por buenas muchas premisas que los economistas saben que no son ciertas: una competencia casi perfecta, comprador y vendedor disponen de toda la información, las condiciones de acceso son iguales para todos... Estas premisas son falsas, y el que sean falsas plantea serias dudas acerca de la pretendida naturalidad y moralidad de los mercados. No obstante, tanto progresistas como conservadores dan por cierta esta idealización.

Visión conservadora
Para los conservadores el mercado es un sistema competitivo que premia con la ganancia a los disciplinados y castiga a los indisciplinados (e inmorales) con la pobreza.
 La visión conservadora considera que el afán de lucro maximiza la eficiencia, de modo que el mercado satisface cada vez mejor las necesidades individuales. Considera asimismo que el gobierno es ineficiente y derrochador, y entorpece el funcionamiento del mercado libre idealizado de cuatro maneras: a) con la regulación, que condiciona lo que los individuos y las empresas pueden hacer para obtener beneficios; b) con los impuestos, que se consideran una usurpación de beneficios; c) con los derechos de los trabajadores y de los sindicatos, que reducen los beneficios de los inversores y de las empresas; d) con la responsabilidad civil ante terceros, que permiten denuncias colectivas que acaban, con el pago de indemnizaciones, reduciendo los beneficios de las empresas y los inversores.
En consecuencia, la derecha está a favor de la desregulación, en contra de la fiscalización, de los sindicatos y de los derechos de los trabajadores, y a favor de la reforma de la responsabilidad civil.

Visión progresista
Para los progresistas los mercados tienen que servir para que la gente sea libre: libre de la necesidad, libre del daño, libre del miedo, y libre para satisfacer sus necesidades y hacer realidad sus sueños. En resumen, el papel de los mercados es servir al bien común, permitir que quien trabaja tenga un salario digno; ayudar a alcanzar la libertad de la necesidad, del daño, de la ignorancia, de la intolerancia y del miedo; preservar el mundo natural y servir a la democracia.

Estación de Oriente (Lisboa), de Santiago Calatrava

Los progresistas se centran en aquellos aspectos en los que los mercados se  alejan de la idealización, allí donde los mercados no logran cumplir con las expectativas y se hace necesaria la intervención del gobierno para que los mercados funcionen y sirvan al bien común: a) la regulación nos protege contra los productos nocivos y el fraude de empresas irresponsables y criminales; b) la fiscalidad genera un patrimonio común con el que construir infraestructuras comunes...; c) los derechos de los trabajadores y de los sindicatos equilibran el poder de negociación de los contratos colectivos y aseguran centros de trabajo seguros, saludables y éticos; d) la acción popular por responsabilidad civil es un recurso de protección para disuadir a las empresas irresponsables que causan daños.

Ninguna empresa podría existir sin el uso de los bienes comunes. Esa infraestructura común es esencial para que los mercados existan y se desarrollen. Y los que se benefician de los mercados tienen la obligación moral de mantener el patrimonio común.
Los progresistas tienen presente una verdad que la ideología conservadora ignora: los mercados no pueden desarrollarse y servir al bien común sin la intervención constructiva del gobierno.

         George Lakoff: Puntos de reflexión, 2008, págs. 116-123.

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