miércoles, 14 de septiembre de 2011

Antonio Machado: la educación, la cultura y las masas



Kazimir Malevich: Red Cavlry

Uno 

“La aspiración de las masas al poder y al disfrute de los bienes del espíritu no ha de ser necesariamente, como muchos suponen, una ola de barbarie que anegue la cultura y la arruine. No está probado que el principio de Claucius rija en lo espiritual como en el mundo de la materia y que una difusión de la cultura suponga una ineluctable degradación de la misma. Difundir la cultura no es repartir un caudal limitado entre muchos para que nadie lo goce por entero, sino despertar las almas dormidas y acrecentar el número de capaces de espiritualidad”.

Dos

“Lo espiritual es lo esencialmente reversible, lo que al propagarse ni se degrada ni se disipa, sino que se acrecienta… No os acongojéis demasiado porque las masas, los pobres desheredados de la cultura tengan la usuraria ambición de educarse y la insolencia de procurar los medios para conseguirlo”.

Tres

“La cultura, vista desde fuera, como la ven quienes nunca contribuyeron a crearla, puede aparecer como un caudal en numerario o mercancías, el cual, repartido entre muchos, entre los más, no es suficiente para enriquecer a nadie. La difusión de la cultura sería, para los que así piensan, un despilfarro o dilapidación de la cultura, realmente lamentable… Consideran la cultura como un tesoro cuya posesión y custodia sean privilegio de unos pocos: y el ansia de cultura que siente el pueblo, como la amenaza a un sagrado depósito, la ingente ola de barbarie que lo anegue y destruya…”

Cuatro

“Para nosotros, difundir y defender la cultura son una misma cosa: aumentar en el mundo el humano tesoro de conciencia vigilante. ¿Cómo? Despertando al dormido…”

                                        Juan de Mairena póstumo (1937 – 1939)


[Remitido por Julián a propósito de “Estación fantasma”, “El fracaso de la escuela”, “La democratización de la enseñanza y sus enemigos” y “Una educación indulgente]


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